domingo, 13 de diciembre de 2009

METODOLOGIA


En los últimos años se ha subestimado el poder de los cuentos como herramienta metodológica para favorecer el interés de nuestros alumnos por la historia. Kieran Egan (1986), nos ha recordado el poder de la imaginación de los niños, y nos ha abierto caminos metodológicos nuevos.

En esta unidad didáctica “Revolución Francesa: Nobleza y Burguesía”, nuestra intención es transmitir al alumnado la idea de cambio, y más concretamente, de cambio histórico. No en vano vamos a sumergirnos en una época histórica que marcó un antes y un después, ya que para la mayoría de historiadores, las revoluciones liberales (y la francesa es el paradigma de las mismas) junto a la revolución industrial y burguesa marcaron el paso de la Época Moderna a la Época Contemporánea. Intentaremos abordar holísticamente el concepto de cambio histórico desde una perspectiva de la escuela de los Annales (implicaciones económicas, políticas, sociales, etc.).

El tema principal que se plantea es el de vivir en sociedad, y siguiendo las metodología de Egan, pretendemos sacar las ideas importantes: las sociedades están unidas por nuestras necesidades y nuestros deseos, que se pueden ver atacadas por egoísmo dentro de la sociedad (podemos poner en peligro la convivencia, si impone sus deseos frente a los demás). Queremos que se cuestionen este tema, para que puedan entender que las situaciones injustas son susceptibles de mejora (tanto en el ámbito personal como en el social). Además el alumno puede llegar a entender que el hecho de cómo conseguimos esos cambios es fundamental para no desvirtuar la buena intención inicial. Así, en un caso de conflicto con el grupo de pares o con la familia, el niño sentirá alivio al ver que se puede desbloquear la situación y que se debe hacer en base a cierta metodología o principios éticos (aquello de que el fin no justifica los medios).

El niño también puede entender que las metas no se consiguen sin esfuerzo y que es necesario cierto sacrificio y participación activa para lograrlas (superando miedos, prejuicios, etc.).

Siguiendo a Egan y su metodología del cuento como herramienta didáctica, diremos que construiremos la narración en torno al par opuesto principal estatismo-cambio. En principio el autor nos recomienda sencillez y uso de un par opuesto si es posible pero, dada la complejidad del tema, hemos decidido añadir tres pares opuestos apoyando al principal: locura-razón, oscuridad-luz y esperanza-desesperanza.

En líneas más generales, expondremos también que creemos que para conseguir el ambicioso objetivo de educar personas que tengan plena confianza en sus posibilidades, debemos hablar de una metodología activa, participativa y globalizada partiendo en todo momento de las características, intereses y necesidades de todos los implicados en el desarrollo de esta unidad didáctica (profesores, alumnos, padres y sociedad en general), lo que favorecerá el logro de los objetivos que nos hemos propuesto.

Como maestros vamos a proponer un aprendizaje significativo con interpretación constructivista basado en parte en la teoría de Ausubel, según la cual los alumnos aprenden mejor si el material nuevo está relacionado con ideas relevantes preexistentes en la estructura cognitiva. El aprendizaje significativo se da cuando una información nueva se adquiere relacionándola con la información existente en la propia estructura cognitiva del alumno. En el caso particular de nuestra unidad didáctica partiremos de experiencias y conocimientos previos al tema que ya tengan los alumnos.

También pretendemos utilizar el aprendizaje basado en la experiencia, el famoso “learning by doing” de Dewey, según el cual se da más importancia al cultivo de la inteligencia que al acumulamiento de conocimientos, muy en línea con la metodología de Egan. En cuanto a motivación y en palabras de Dewey, pretendemos “hacer que el niño quiera hacer lo que hace”.
Para ello, la estrategia metodológica se estructurará en cada una de las sesiones del mismo modo:

- Al inicio de la sesión se realizará una breve introducción de los conceptos que vayamos a tratar, lo más generales posible, intentando relacionarlos con los conocimientos anteriores del curso o con conocimientos o preconcepciones previas que los alumnos puedan tener.

- Los materiales deberán intentar integrar material nuevo con información presentada anteriormente a través de comparaciones y referencias cruzadas de ideas nuevas y viejas.

- Aplicación práctica en las actividades de los conceptos tratados.

- Intentar que, ante la información nueva, los alumnos reflexionen, debatan y establezcan hipótesis antes de ponerse manos a la obra a experimentar activamente con ella, potenciando las técnicas de indagación e investigación.

- Puesta en común de los trabajos por parte de los alumnos.

- Mayor atención a aquellos alumnos que presenten un nivel más alto de dificultad en el aprendizaje.

- Trabajo en equipo (lo que supone la potenciación de las “relaciones sociales” de convivencia).

- Presencia -cuando ello sea posible- de contenidos educativos imprescindibles en la educación antropológica y sociológica de los alumnos (formación en valores y desarrollo de temas transversales).

Se utilizarán diferentes estrategias metodológicas: el trabajo individual, trabajo en grupo (pequeño y grande), el método de las preguntas, trabajos manuales, debates, asambleas, teatros... Con esta metodología queremos conseguir una educación significativa, flexible e interdisciplinar.

Las estrategias didácticas implican, asimismo, el establecimiento de la duración de la unidad didáctica; la determinación de los espacios materiales en los que la unidad didáctica se va a desarrollar -en especial si exigen el traslado de los alumnos a espacios distintos del aula que habitualmente ocupan-; y los distintos tipos de recursos bibliográficos y técnicos que se requieren, tanto para uso del profesor como de los alumnos: fichas, material informático (WebQuest), etc.

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